LO PRINCIPAL

lunes, 30 de julio de 2012

SABIDURIA DE LOS INDIOS HOPI

El hombre blanco extendió su dinero sobre el piso. Esa cantidad pagaría por las tierras del pueblo hopi. El jefe indio, el más anciano de los hopi, tomó un puñado de barro entre sus manos. Lo amasó, hizo una bola y la puso al fuego. El barro no se quebró. Entonces, el anciano le dijo al hombre blanco:
- Ahora, dame un puñado de tu dinero. Lo voy a poner junto al barro, sobre el fuego.
- ¿Y para qué quieres hacer eso?
- Lo que antes se queme será lo que tenga menos valor.

El hombre blanco reaccionó horrorizado -  Mi dinero se quemará antes… El dinero es de papel.




Entonces, el jefe indio sacó una pequeña bolsa de piel y la llenó de arena. 
Y le dijo al hombre blanco: - Toma esta bolsa y dame el dinero con el que quieres comprar nuestras tierras. Yo lo voy a contar mientras tú cuentas los granos de arena.

Lo que antes se cuente, será lo que tenga menos valor. El hombre blanco tomó la bolsa, vertió la arena en la palma de su mano y mientras la contemplaba dijo: - Estás loco, indio viejo. Yo no tendría tiempo ni en toda mi vida para poder contar esta arena. Tú, en cambio, vas a poder contar rápidamente mi dinero.

- Quiere decir... que nuestras tierras tienen mucho más valor que esos papelitos que tú llamas dinero. Nuestras tierras no serán consumidas por las llamas. Mientras brille el sol y dance el viento, mientras corra el agua y en las noches las bañe de plata la abuela Luna, estas tierras estarán aquí y darán vida a los hombres y a las mujeres hopi, a los animales y a las plantas.  No queremos tu dinero. Nosotros no podemos comprar ni vender la tierra, porque ella es nuestra Madre. El Gran Espíritu la puso aquí para nosotros. La tierra es la fuente de la vida. Y la vida no tiene precio.

Al escuchar esto, el hombre blanco tomó su dinero y se fue por donde mismo había venido.

BIBLIOGRAFÍA - Radialistas: Cuento adaptado de la sabiduría de los indios hopi.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Qué opinas? Queremos leer tus comentarios.