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viernes, 25 de marzo de 2011

El regreso de Aristide a Haití: la travesía de una larga noche que se hizo día

Por Amy Goodman
En la madrugada del 17 de marzo, el ex presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide abordó un pequeño avión junto con su familia en Johannesburgo. A la mañana siguiente llegó a Haití. Habían pasado más de siete años desde que fue secuestrado de su casa en Haití tras un golpe de Estado que contó con el apoyo de Estados Unidos. En 2010, Haití fue azotado por un terrible terremoto que dejó un saldo de más de 300.000 muertos y un millón y medio de personas sin hogar. Una epidemia de cólera llevada al país por las fuerzas de ocupación de la misión de Naciones Unidas podría haber contagiado a casi 800.000 personas. La mayoría de la población vive con menos de un dolar diario. Ahora Aristide, por lejos la figura más popular de Haití en la actualidad y el primer presidente electo democráticamente de la primera república negra del mundo, regresó a su país.
“Bon Retou Titid” (“Buen retorno, Titid”, la forma afectuosa para referirse a Aristide) decían los carteles y coreaba la gente en Puerto Príncipe, mientras miles se congregaron para acompañar a Aristide desde el aeropuerto Toussaint L’Ouverture hasta su casa. L’Ouverture encabezó el levantamiento esclavo que fundó Haití en 1804. Tuve la oportunidad de viajar junto con Aristide, su esposa, Mildred, y sus dos hijas desde Johannesburgo a Haití en el pequeño avión proporcionado por el gobierno de Sudáfrica. Fue mi segundo vuelo junto a ellos. En marzo de 2004, la familia Aristide intentó regresar del exilio forzoso en la República Centroafricana, pero nunca logró regresar a Haití. El entonces Secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, y otros funcionarios estadounidenses advirtieron a Aristide que se mantuviera lejos del Hemisferio Occidental. La familia Aristide no hizo caso a dicha presión, e hizo una parada en Jamaica antes de viajar a Sudáfrica, donde permaneció hasta el fin de semana pasado.
Justo antes de las elecciones de este domingo en Haití, el Presidente René Preval le dio a Aristide el pasaporte diplomático que le había prometido hacía mucho tiempo. Dos meses antes, el 19 de enero, el entonces portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, P.J. Crowley, escribió en Tweeter, en referencia a Aristide: “Hoy Haití necesita mirar hacia el futuro, no al pasado”. Mildred Aristide se sintió indignada por este comentario. Cuando la entrevisté en el avión, minutos antes de su regreso a Haití, dijo que Estados Unidos había dicho eso desde que obligaron a su esposo a salir del país en 2004: “Cuando estábamos en la República Centroafricana, alguien nos dio un libro sobre Barthélemy Boganda, el fundador de la República Centroafricana y el precursor de su independencia, porque en última instancia murió antes de que la República Centroafricana lograra su independencia de Francia. Y había una oración en el libro que me dejó paralizada. Se cuestionaba a Boganda por continuar siendo crítico de las relaciones entre la Francia colonial y la República Centroafricana, y le decían 'Estás hablando del pasado'. A lo que Boganda replicó: 'Dejaría de hablar del pasado, si no estuviera tan presente'”.
Mark Toner, el nuevo portavoz del Departamento de Estado, dijo la semana pasada: “El ex Presidente Aristide eligió permanecer fuera de Haití por siete años. Que regrese esta semana solamente podría ser considerado como una decisión consciente de tener un impacto en las elecciones de Haití.”
Jean-Bertrand Aristide no eligió irse ni permanecer fuera de Haití, y el gobierno de Obama lo sabe. El 29 de febrero de 2004, Luis Moreno, el número 2 de la Embajada de Estados Unidos en Haití, fue a la casa de la familia Aristide y los llevó por la fuerza al aeropuerto. Frantz Gabriel era el guardaespaldas personal de Aristide en 2004. Lo conocí cuando estuve con la familia Aristide en la República Centroafricana, y lo volví a ver el viernes cuando la familia Aristide regresó a Haití. Recordó: “El presidente no se fue voluntariamente, porque todos los que vinieron a acompañar al presidente hasta el aeropuerto eran militares. Yo estuve en las fuerzas armadas de Estados Unidos y se cuál es el aspecto de un oficial de infantería, y también sé cuál es el aspecto de un oficial de las fuerzas especiales. Lo que me llamó la atención fue que cuando abordamos el avión, todos se cambiaron el uniforme y se pusieron vestimenta civil. Y en ese momento supe que se trataba de una operación especial”.
Estados Unidos continúo impidiendo el regreso del Presidente Aristide durante los siguientes siete años. Precisamente la semana pasada el Presidente Barack Obama llamó al Presidente sudafricano Jacob Zuma para expresar su “profunda preocupación” ante el posible regreso de Aristide, y presionó a Zuma para que impidiera que viajara. Zuma tiene el mérito de haber ignorado la advertencia. Cables diplomáticos estadounidenses publicados por WikiLeaks revelan que durante muchos años hubo maniobras consensuadas para impedir el regreso de Aristide a Haití, entre ellas el castigo diplomático a cualquier país que ayudara a Aristide, e incluso la amenaza de bloquear el ingreso de Sudáfrica en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Luego de aterrizar en Puerto Príncipe, Aristide no perdió el tiempo. Se dirigió al pueblo haitiano desde el aeropuerto. Sus palabras tocaron un punto fundamental de las elecciones que acaban de llevarse a cabo en ese país: que su partido político, el partido más popular de Haití, Fanmi Lavalas, está proscrito, fue excluido de las elecciones. Aristide dijo: “El problema es la exclusión, y la solución es la inclusión. La exclusión de Fanmi Lavalas es la exclusión de la mayoría. La exclusión de la mayoría significa que están excluyendo exactamente a la rama sobre la cual todo estamos sentados. El problema es la exclusión. La solución es incluir a todos los haitianos sin discrmininación, porque todos somos personas”. Al reencontrarse con el país que no había visto durante siete años, el Presidente Aristide expresó: “Haití, Haití, cuánto más lejos estoy de tí, más me cuesta respirar. Haití, te quiero y siempre te querré. Siempre”.

jueves, 24 de marzo de 2011

¡NO A LA INTERVENCIÓN EN LIBIA!

¿Quién nos tomó el pelo, Naciones Unidas o los aviones de la OTAN?

Porque la resolución 1973 del Consejo de Seguridad era para proteger la vida de los civiles libios bombardeados por Gaddafi. Y ahora resulta que los aviones de Francia, Estados Unidos e Inglaterra están arrojando misiles sobre aeropuertos carreteras y puentes, hasta sobre el complejo residencial de Gaddafi, con una cantidad todavía indeterminada de víctimas inocentes. ¿Se protegen civiles matando civiles?

Nos hablaron de una zona de exclusión aérea, es decir, impedir que los aviones de Gaddafi despeguen para bombardear a su propio pueblo. Pero ahora resulta que no es zona de exclusión aérea, sino zona de incursión aérea contra el ejército y el gobierno de Gaddafi. Una invasión militar, todavía sin tropas en tierra.

Obama, Cameron y Sarkozy dicen que están bombardeando Libia por “razones humanitarias”. ¿Quién puede creerles si son ellos mismos los que están apoyando dictaduras igualmente crueles como la de Bahrein y la de Yemen? ¿Por qué Naciones Unidas no decide una zona de exclusión aérea sobre estos dos países árabes? ¿Será porque en Bahrein está la quinta flota estadounidense cuidando el paso del petróleo? ¿Será porque Yemen es su mejor bastión en “la lucha contra el terrorismo” de Al Qaeda, en la retaguardia de Arabia Saudita?

El mismo día que aprobaron la resolución 1973 para detener la inminente masacre de Gaddafi contra la ciudad de Bengasi, el presidente Abdalá Saleh, con más de 30 años en el poder y gran aliado de Estados Unidos, ordenaba una carnicería en la capital de Yemen.

Si la OTAN es tan humanitaria, ¿por qué no impuso una zona de exclusión aérea cuando a fines del 2008, Israel bombardeó Gaza, mató a 1,300 civiles palestinos, la mitad de ellos niños y niñas, y destruyó más de 20 mil edificios?

Gaddafi es un dictador que bombardea a su propio pueblo y debe renunciar cuanto antes. Fue antiimperialista hace décadas, pero desde hace un buen tiempo se convirtió en el mejor aliado de Estados Unidos y de la Unión Europea.

Gaddafi es un traidor que abandonó a los árabes, incluidos los palestinos, y ha apoyado a los peores dictadores africanos. Un ladrón que ha llenado las arcas de su familia con miles de millones de petrodólares. (Por cierto, los 200 mil millones congelados en los bancos europeos y estadounidenses, ¿serán devueltos al pueblo libio?)

Pero quienes hoy exigen que Gaddafi se vaya -Francia, Italia, Inglaterra, Estados Unidos- son los mismos que antes lo recibieron con alfombra roja, le compraron petróleo y le vendieron armas, las mismas armas con que Gaddafi está masacrando ahora a su pueblo.

A Europa y a Estados Unidos ya no les sirve Gaddafi. Necesitan un títere nuevo, uno como Karzai en Afganistán o Al Maliki en Iraq. Un nuevo dictador, impuesto por ellos, para seguir controlando el petróleo libio y neutralizando las rebeliones árabes.

Rechaza la dictadura de Gaddafi. Y rechaza con mayor fuerza la intervención imperialista de la OTAN en Libia, de los que ahora quieren presentarse como salvadores del mundo árabe y desde hace más de 50 años no mueven un dedo frente al genocidio del pueblo palestino a manos de Israel.

La resolución 1973 de Naciones Unidas era para evitar una masacre en Bengasi y en tantas ciudades libias insurreccionadas contra Gaddafi. Pero lo que está haciendo la aviación de la OTAN es otra cosa. Es intervenir militarmente en el conflicto y precipitar una guerra civil. El remedio resulta peor que la enfermedad.

Sanciones contra Gaddafi, sí. Pero intervención militar de otros países en una nación soberana, no. Nunca.

Evo Morales pidió que retiren el Nobel de la Paz a su colega estadounidense Barack Obama. Y que la “ONU” cambie su sigla por “ONI”: Organización de Naciones Invasoras. Tiene razón el presidente boliviano.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Tolerancia cero a la mutilación genital femenina

La globalización como etapa nueva de la humanidad y de la propia Tierra, no solamente ha puesto en contacto a las personas y a los pueblos entre sí, sino que también ha propagado por todo el mundo sus virus y bacterias, sus plantas y frutas, sus artes culinarias y modas, sus visiones del mundo y las religiones, inclusive sus valores y antivalores. Es propio de la naturaleza humana y de la historia, no como defecto sino como marca evolutiva, que seamos sapientes y dementes y, por eso, surgimos como seres contradictorios. De ahí que, junto a las dimensiones luminosas, que muestran el lado mejor del ser humano y por las cuales nos enriquecemos mutuamente, aparecen también las dimensiones sombrías, tradiciones seculares que castigan a sectores enormes de la población. Por esto, debemos ser críticos unos con otros, para identificar prácticas inhumanas que ya no son tolerables.
Nosotros los occidentales, por ejemplo, somos individualistas y dualistas, tan centrados en nuestra identidad que tenemos grandes dificultades para aceptar a los diferentes a nosotros. Tendemos a tratar a los diferentes como inferiores. Esto proporciona base ideológica a nuestro espíritu colonialista e imperialista, para imponer a todo el mundo nuestros valores y visión de mundo.
Semejantes limitaciones las encontramos en todas las culturas. Pero hay limitaciones y limitaciones. Algunas de ellas violan todos los parámetros de la decencia, y basta el simple sentido común para hacerlas inaceptables. Parecen más violaciones y crímenes que tradiciones culturales, por más ancestrales que se presenten. Y no sirve que antropólogos y sociólogos de la cultura salgan a defenderlas en nombre del respeto a las diferencias. Lo que es cruel es cruel en cualquier cultura y en cualquier parte del mundo. La crueldad, por inhumana, no tiene derecho a existir.
Me refiero específicamente a la mutilación genital femenina. Es practicada secularmente en 28 países de África, en Oriente Medio, en el Sudeste de Asia y en varios países europeos donde hay inmigración proveniente de esas zonas. Se calcula que existen en el mundo actualmente entre 115 y 130 millones de mujeres mutiladas genitalmente. Otros tres millones, incluyendo quinientas mil en Europa, todavía son sometidas anualmente a tales horrores.
¿De qué se trata? Se trata de la remoción del clítoris y de los dos labios vaginales y en algunos sitios hasta de la sutura de los labios vulvares en niñas con edades comprendidas entre los 4 y los 14 años. Esto se hace sin ninguna preocupación higiénica con tijeras, cuchillos, navajas, agujas y hasta con trozos afilados de vidrio. Son inimaginables los gritos de dolor y de horror, los choques emocionales y sufrimientos indecibles, y las hemorragias y las infecciones que pueden ocasionar la muerte, como puede comprobarse en algunos youtubes de internet que no aconsejo a nadie ver.
En Europa tales prácticas están prohibidas. Las madres llevan entonces a sus hijas a sus países de origen con el pretexto de conocer a sus parientes. Y allí les espera este horror, que más que una práctica cultural es una agresión y grave violación de derechos humanos. Por detrás funciona el más primitivo machismo que busca impedir que la mujer tenga acceso al placer sexual transformándola en objeto para el placer exclusivo del hombre. No sin razón la Organización Mundial de la Salud denunció tal práctica como tortura inaceptable.
Veo dos razones que descalifican ciertas tradiciones culturales y nos llevan a combatirlas. La primera es el sufrimiento del otro. Donde la diferencia cultural implica deshumanización y mutilación del otro, ahí encuentra su límite y debe ser cohibida. Ninguna persona tiene derecho a imponer sufrimiento injustificado a otra. La segunda razón es la Carta de los Derechos Humanos de la ONU de 1948 suscrita por todos los Estados. Todas las tradiciones culturales deben confrontarse con sus preceptos. Las prácticas que conllevan violación de la dignidad humana deben ser prohibidas y castigadas. La ley suprema es tratar humanamente a los seres humanos. En la mutilación genital nos encontramos con una convención social inhumana y nefasta. Por eso se entiende que se haya instaurado el día 6 de febrero como Día Internacional de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina.
Cada día del año y en particular cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, debemos solidarizarnos con estas niñas, víctimas de una tradición cultural feroz y enemiga de la vida y del placer.

viernes, 18 de marzo de 2011

Una advertencia al mundo

Al describir la devastación en una ciudad de Japón, un periodista escribió: "Parece como si una aplanadora gigante hubiera pasado por encima y arrasado con todo lo que allí existía. Escribo estos hechos...como una advertencia al mundo". El periodista era Wilfred Burchett, que escribía desde Hiroshima, Japón el 5 de septiembre de 1945. Burchett fue el primer periodista de Occidente en llegar a Hiroshima luego de que allí se lanzara la bomba atómica. Informó acerca de una extraña enfermedad que seguía matando a la gente, incluso un mes después de ese primer y letal uso de armas nucleares contra seres humanos. Sus palabras podrían perfectamente estar describiendo las escenas de aniquilación que acaban de tener lugar en el noreste de Japón. Debido al empeoramiento de la catástrofe en la central nuclear de Fukushima, su grave advertencia al mundo sigue estando hoy más que vigente.

El desastre se profundiza en el complejo nuclear de Fukushima tras el mayor terremoto en la historia de Japón y el tsunami que lo sucedió, que dejó miles de muertos. Las explosiones en los rectores número 1 y número 3 liberaron radiación a un nivel tal que fue medida por un buque de la Armada estadounidense desde una distancia de 160 kilómetros, lo que obligó al buque a alejarse de la costa. Una tercera explosión sucedió en el reactor número 2, provocando que muchos especularan que el contenedor primario, donde se mantiene el uranio sometido a fisión nuclear y que es de vital importancia, se había dañado. Poco después se incendió el reactor número 4, a pesar de que no estaba funcionando cuando el terremoto azotó el país. Cada reactor también ha tenido que utilizar el combustible nuclear almacenado en su interior, y ese combustible puede provocar grandes incendios, liberando más radiación al aire. Todos los sistemas de enfriamiento fallaron, así como también los sistemas de seguridad adicionales, y una pequeña delegación de valientes trabajadores permanece en el lugar, a pesar de la peligrosa radiación, que podría ser letal, tratando de bombear agua del mar a las estructuras dañadas para enfriar el combustible radiactivo.
El Presidente Barack Obama asumió la iniciativa de liderar un "renacimiento nuclear" y propuso nuevas garantías de préstamos federales por 36.000 millones de dólares para promover el interés de las empresas de energía en la construcción de nuevas plantas nucleares (lo que se suma a los 18.500 millones de dólares que habían sido aprobados durante el gobierno de George W. Bush). La primera empresa de energía que esperaba recibir esta dádiva pública fue Southern Company, por dos reactores anunciados para Georgia. La última vez que se autorizó y logró llevarse a cabo la construcción de una nueva planta de energía nuclear en Estados Unidos fue en 1973, cuando Obama estaba en séptimo grado en la Escuela Punahou en Honolulu. El desastre de Three Mile Island en 1979 y el de Chernobil en 1986 efectivamente clausuraron la posibilidad de avanzar en nuevos proyectos de energía nuclear con objetivos comerciales en Estados Unidos. Sin embargo, este país sigue siendo el mayor productor de energía nuclear comercial en el mundo. Las 104 plantas nucleares habilitadas son viejas, y se acercan al fin de su vida útil originalmente proyectada. Los propietarios de las plantas están solicitando al gobierno federal extender sus licencias para operar.
La Comisión Reguladora Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) está a cargo de otorgar y controlar estas licencias. El 10 de marzo, la NRC emitió un comunicado de prensa “acerca de la renovación de la licencia operativa de la Planta de Energía Nuclear Vermont Yankee cerca de Brattleboro, Vermont, por veinte años más. Está previsto que el personal de la NRC pronto expida la licencia renovada”, decía el comunicado de prensa. Harvey Wasserman, de NukeFree.org, me dijo: "El reactor número 1 de Fukushima es idéntico al de la planta de Vermont Yankee, que ahora está a la espera de renovar su licencia y que el pueblo de Vermont pretende cerrar. Es importante tener en cuenta que este tipo de accidente, este tipo de desastre, podría haberle ocurrido a cuatro reactores en California, si el terremoto de 9.0 grados de la escala Richter hubiera azotado el Cañón del Diablo en San Luis Obispo o San Onofre entre Los Ángeles y San Diego. Podríamos perfectamente ser ahora testigos de la evacuación de Los Ángeles o San Diego, si este tipo de cosa hubiera sucedido en California. Y, por supuesto, Vermont tiene el mismo problema. Hay 23 reactores en Estados Unidos que son idénticos o casi idénticos al reactor 1 de Fukushima". La mayoría de los habitantes de Vermont, entre ellos el gobernador del estado, Peter Shumlin, apoya el cierre del reactor Vermont Yankee, diseñado y construido por General Electric.
La crisis nuclear en Japón ha tenido repercusiones a nivel mundial. Hubo manifestaciones en toda Europa. Eva Joly, miembro del Parlamento europeo, dijo en una manifestación: "La idea de que esta energía es peligrosa pero podemos manejarla fue desechada hoy. Y sabemos cómo eliminar las plantas nucleares: necesitamos energía renovable, necesitamos molinos, necesitamos energía geotérmica y necesitamos energía solar". Suiza detuvo sus planes de renovar las licencias de sus reactores, y 10.000 manifestantes en Stuttgart exhortaron a la Canciller alemana Angela Merkel a que ordene el cierre inmediato de las siete plantas nucleares alemanas construidas antes de la década del 80. En Estados Unidos, el diputado demócrata de Massachusetts, Ed Markey, dijo "Lo que está sucediendo en Japón en este momento da indicios de que también en Estados Unidos podría ocurrir un grave accidente en una planta nuclear".
La era nuclear se inició no muy lejos de Fukushima, cuando Estados Unidos se convirtió en la única nación en la historia de la humanidad en lanzar bombas atómicas en otro país, dos bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki y mataron a cientos de miles de civiles. El periodista Wilfred Burchett fue el primero en descrbirir la “plaga atómica”, como la llamó: “En estos hospitales encuentro gente que, cuando cayeron las bombas no sufrió ninguna lesión, pero que ahora están muriendo a causa de las secuelas. Su salud comenzó a deteriorarse sin motivo aparente”. Más de 65 años después de que se sentara en los escombros con su vapuleada máquina de escribir Hermes y escribiera su advertencia al mundo, ¿qué hemos aprendido?

miércoles, 16 de marzo de 2011

100 años de lucha feminista


El 19 de marzo de 1911 se celebró el primer Día Internacional de la Mujer. En 1911, Clara Zetkin, socialista alemana, propuso la celebración del Día Internacional de la Mujer. El 19 de marzo fue la fecha elegida, aunque después se cambió al 8 para recordar a las trabajadoras que murieron calcinadas en una fábrica textil de New York, donde permanecían en huelga para protestar por los bajos salarios.

Hace ya un siglo, Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza se unieron para celebrar el primer Día Internacional de la Mujer. Fue el 19 de marzo de 1911. Las crónicas hablan de un millón de mujeres que tomaron las calles exigiendo el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la posibilidad de ocupar cargos públicos. ¿Cuánto se ha avanzado 100 años después? Mucho, muchísimo.

Repasemos algunos de los logros conseguidos en estos 100 años. El logro mayor, dicen algunas compañeras, es haber perdido el miedo y estar dispuestas a seguir peleando por nuestros plenos derechos porque los logros ya son muchos pero son más los que tenemos aún que conquistar.

Hace 100 años, las mujeres ni soñábamos en votar. Desde la patriarcal democracia griega, pasando por la machista Revolución Francesa, las mujeres estábamos excluidas de elegir autoridades. La política era asunto de varones. Pero el movimiento internacional por el sufragio femenino, surgido en Inglaterra y extendido a otros países, a base de movilizaciones y huelgas de hambre, conquistó ese derecho. Desde inicios del siglo 20, país tras país fueron reconociendo el voto de la mujer.

La cuestión gramatical. No, no es lo mismo. Parece lo mismo, pero no lo es.  Muchos dicen que es una tontería gramatical. Cuando se dice “hombre” se incluye a la mujer, ¿Y por qué cuando se dice “mujer” no se incluye al hombre?  Hace 100 años, se hablaba de los “derechos del hombre”. En 1948, cuatro mujeres, Minerva, dominicana, Bertha, brasileña, Virginia, estadounidense, y Wu Yi, china, pelearon para cambiar el nombre de la Declaración. Y ganaron. Ya no se hablaría de los “derechos del hombre”, sino... de los Derechos Humanos. Declaración Universal de los Derechos Humanos.

martes, 15 de marzo de 2011

Más preguntas sobre cinismo


  Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué Estados Unidos condena los bombardeos del dictador libio Muammar Gaddafi contra la población civil y se le olvidan las 30 mil bombas y 20 mil misiles crucero arrojados sobre la ciudad de Bagdad?
  Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué Estados Unidos se indigna tanto por las torturas ordenadas por el dictador libio Muammar Gaddafi y se le olvidan las de Abu Ghraib, las de Guantánamo, las decenas de cárceles clandestinas donde mercenarios gringos torturan a inocentes acusados de terroristas?
  Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué la secretaria de Estado Hillary Clinton pide la salida inmediata de Muammar Gaddafi de Libia y no saca primero a los 50 mil soldados norteamericanos de Irak y a los 100 mil de Afganistán?
  Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué Estados Unidos moviliza tropas y amenaza con invadir militarmente a Libia por los crímenes de Muammar Gaddafi? ¿No sería mejor que se invadieran a ellos mismos por los crímenes cometidos por el ejército norteamericano en Irak y en Afganistán?

lunes, 14 de marzo de 2011

Preguntas sobre cinismo


Mientras Naciones Unidas están buscando que Gaddafi deje el gobierno en Libia y comienzan a ser visibles los crímenes perpetrados por su dictadora, el próximo 19 de marzo se cumple un año más de la invasión norteamericana contra el pueblo de Irak. No es por comparar pero se me ocurren algunas preguntas…

Disculpen la pregunta, pero... ¿por qué Naciones Unidas, además de llevar al dictador libio Muammar Gaddafi al Tribunal Penal Internacional acusado de crímenes contra la Humanidad, no lleva también al ex presidente norteamericano George W. Bush, responsable del genocidio en Irak?

Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué Naciones Unidas, además de prohibirle a Muammar Gaddafi y su familia salir de Libia, no le prohíbe también salir de Estados Unidos a George W. Bush, Donald Rumsfeld, Dick Cheney, Colin Powell, Paul Bremer y todos los halcones del Pentágono que masacraron al pueblo de Irak?

Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué Naciones Unidas, además de ordenar el congelamiento de las cuentas del dictador libio Muammar Gaddafi, no congela también las de la Halliburton y las empresas contratistas norteamericanas que saquearon y siguen saqueando al pueblo de Irak?

Disculpen la pregunta, pero… ¿por qué a Estados Unidos le preocupan tanto los asesinatos del gobierno represivo de Muammar Gaddafi y no recuerda los 655 mil muertos que causó el ejército norteamericano durante la sangrienta invasión de Irak?

jueves, 10 de marzo de 2011

CARACOLES SAGRADOS


En la Dordoña francesa hay unas cuevas que nos conectan con nuestro pasado. Con nuestros tatarabuelos de hace miles de años. Hace 40 mil años vivieron en estas cuevas. Eran hombres y mujeres prehistóricos, que llevaban una vida muy dura, incansables viajeros en medio de los grandes fríos que azotaban a Europa.  Este refugio rocoso, conocido como Cro-Magnon, sirvió de cementerio a algunos de nuestros antepasados.

 En la profundidad de la gruta, aparecieron restos de tres varones adultos, una mujer y un bebé.  Los cuerpos, fosilizados, estaban adornados con polvo rojo y rodeados de unos pequeños caracoles.
 Eran cauris, conchas sagradas.

 Los cauris son pequeños caracolitos brillantes del tamaño de una almendra. Se encuentran en mares tropicales, especialmente en el Océano Índico.  
·         En China se usaros como monedas durante muchos siglos.
·         En la India también. Pero además de moneda, los cauris servían para jugar al parchís.  
·         En Africa, desde Senegal hasta Uganda, desde el Sahel hasta el Golfo de Guinea, estas conchitas fueron usadas como dinero hasta hace muy poco. En África también se usan para leer la suerte. El brujo arroja los caracoles. Y los lee según los que caen con la ranura hacia arriba. Con los cauris se hacen collares, pulseras, los ponen en las máscaras, aseguran buena salud y bienestar. Son un símbolo ritual muy importante, las mujeres llevan coronas de cauris el día de la boda. Es el mejor remedio contra la esterilidad.

Hace miles de años, en las grutas de Cro-Magnon y en muchas regiones del mundo, los cauris fueron venerados por su curiosa forma.  Si te fijas, el cauri parece una vulva...

 Nuestros antepasados tenían un gran respeto por el cuerpo de la mujer. La mujer es la que da a luz, la que crea la vida.  En todas las culturas ancestrales, aparecen figurillas femeninas como amuletos de fertilidad. Aparecen polvos de ocre rojo en los entierros, representando la sangre menstrual.  Y aparecen los cauris sagrados, representando los órganos genitales femeninos.  Reverenciando el misterio de la vida, aquellos precursores de nuestra especie imaginaron a la divinidad como una Mujer...  como un Útero Cósmico del que nace todo lo que existe.

Cueva de Cro-Magnon, en Francia. Hace 40 mil años, enterraron en ella a cinco de nuestros antepasados. Y los rodearon de cauris, caracoles que recuerdan la puerta sagrada del templo donde se gesta la vida.

BIBLIOGRAFÍA
Riane Eisler, El Cáliz y la Espada, Cuatro Vientos, Santiago de Chile 1990.
 

martes, 8 de marzo de 2011

LA CRISIS DE LOS BURROS

Hace unos días, le solicité a un prestigioso asesor financiero que nos explicara de forma sencilla la crisis que estamos viviendo para que la gente de a pie entendiese sus causas y consecuencias. Este fue su relato:

Un hombre se presentó en un pueblo en el que nunca había estado antes... Y les dijo:
Atiendan bien, paisanos. He notado que en este pueblo ustedes tienen muchos burros. Como los burros son buenos animales de carga, yo les pagaré 100 dólares por cada burro que ustedes quieran venderme. Como el precio era más o menos bueno, algunos paisanos vendieron sus animales al recién llegado.

Al día siguiente, volvió el hombre y les ofreció un mejor precio... Y les dijo:
Atiendan bien... Puedo pagarles hasta 150 dólares por cada burrito. Así que, si quieren vender... Otros paisanos vendieron los burros que les quedaban.

El hombre volvió un día después... Y les dijo: Escuchen, paisanos. Me interesa este negocio. Puedo pagarles 300 dólares por cada burro que todavía tengan en el pueblo.   Como era de esperarse, los vecinos y vecinas vendieron los últimos burros que les quedaban.   ¿No tienen más?... Caramba, qué pena, porque, echando cuentas, podría ofrecerles hasta 500 dólares por cada burrito... ¡500 dólares!  Sí, 500 dólares, uno sobre otro. Pero claro, si ya no tienen más burros... En fin, por si acaso consigan algunos más, yo pasaré la próxima semana y les compro a 500... ¡Hasta la próxima!

Y sucedió que, al día siguiente y en secreto, el hombre mandó al pueblo a su ayudante...  éste venía con una recua de burros para ofrecerlos a los vecinos y vecinas a 400 dólares cada uno.
  • Pero... ¡si son nuestros mismos burros!
  • No importa, pero es un buen negocio... Hoy los compramos a 400 y la próxima semana los vendemos a 500...
  • Tiene razón, vecino, pero... ¿y si ese hombre no viene?
  • Él dijo que venía la próxima semana. Es un hombre serio.

Ante la posible ganancia de la semana siguiente, los pobladores se animaron. El que no tenía dinero lo pidió prestado. Y compraron sus mismos burros a 400 dólares cada uno. Como era de esperar, el ayudante se fue con el dinero y su jefe, el hombre de los burros, no apareció nunca más. El resultado fue que el pueblo quedó lleno de burros y de endeudados.

Hasta aquí lo que nos contó el asesor económico. Veamos lo que ocurrió después en aquel pueblo...
Quienes habían pedido dinero prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar los préstamos.
Los prestamistas se quejaron ante el gobierno. 
  • Señor Alcalde, si no cobramos el dinero que prestamos, nos arruinaremos y no podremos seguir prestando… Y se arruinará también todo el pueblo, ¿comprende?

Para que los prestamistas no se arruinaran, el alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. ¡Privatizar las ganancias y socializar las pérdidas!
Los prestamistas, aunque subsidiados por el alcalde, no perdonaron las deudas a los vecinos y vecinas del pueblo, que siguieron igual de endeudados. Ahora el gobierno es el que se ha quedado sin un céntimo...

Como el alcalde salvó a los prestamistas para que el “sistema financiero” del pueblo no se viniera abajo, el ayuntamiento también quedó endeudado. El alcalde pidió dinero a otros ayuntamientos, pero éstos se negaron a ayudarle porque, como estaba en la ruina, no podría devolver lo que le prestasen.

Veamos los resultados: Los negociantes pillos, el hombre y su ayudante, sacaron una buena tajada de los burros vendidos a 400 dólares. Los banqueros, quiero decir, los prestamistas ganaron más que nadie. Tenían su dinero asegurado y un montón de deudores a los que seguir cobrando los préstamos más los intereses. Y si los deudores no pagaban se adueñaban de los ya devaluados burros.

¿Qué hicimos mal, qué hicimos mal?  Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida. Y el gobierno igualmente arruinado.

¿Quieren conocer el resultado final? Pues bien, para solucionar la crisis económica, el alcalde decidió... ¡bajar el sueldo a todos sus funcionarios!

En esta parábola:

1-
¿A quiénes representan los vecinos y vecinas del pueblo?
2- ¿Qué representan los burros?
3- ¿Quién es el hombre que compraba los burros y quién su ayudante?
4- ¿A quién representa el alcalde?

Escribe tus respuestas…

lunes, 7 de marzo de 2011

EL ORIGEN DEL ARADO - EN CLAVE DE GÉNERO


En aquel tiempo, las mujeres y los hombres se respetaban.  Los varones salían a cazar animales.  Las mujeres recolectaban frutas y vegetales.  No habían matriarcados ni patriarcados porque cada quien tenía su lugar en el grupo. Así vivieron hombres y mujeres durante siglos, durante milenios. Así migraron por todas las tierras y poblaron los continentes. Con el aumento de la población, se necesitaron más alimentos. Mientras los hombres se dedicaban a cazar más presas, las mujeres inventaron la agricultura.

¡Miren!... Han germinado las semillas... La tierra es una madre que nos alimenta cuando sabemos tratarla.

El descubrimiento ocurrió hace unos 9 mil años. En el Medio Oriente, nuestros antepasados empezaron a cultivar los valles y las laderas de los ríos. Sembraron trigo y cebada y garbanzos. Plantaron viñedos y olivares. También aprendieron a domesticar ovejas y vacas. Con la naciente agricultura y la ganadería, se inventó... el arado.

El arado fue tan decisivo como el descubrimiento del fuego o de la rueda. Esta herramienta cambió el curso de la civilización. Y echó abajo el equilibrio de poder entre hombres y mujeres. Las mujeres eran tan diestras como los hombres sembrando con azadas y palos. Pero los arados, tirados por bueyes, resultaban muy pesados.
Déjame eso a mí, mujer. ¿No ves que los surcos te están saliendo torcidos?

La mayor fuerza física de los varones hizo que éstos monopolizaran el manejo de los arados para roturar los suelos duros. El dominio del arado permitió otros dominios. En carretas de bueyes, los varones transportaban el excedente de las cosechas hacia los mercados. Con el comercio, los varones dominaron también los primeros números para registrar compras y ventas. El poder económico estaba en sus manos.

¡Y el poder militar también! ¡Necesitamos un ejército para defender nuestros campos cultivados!

Los varones se hicieron guerreros y formaron ejércitos. El dominio económico y militar de los varones... se tradujo en dominio sobre las mujeres. Dueños de las armas, de las cosechas y las letras, los hombres necesitaban una religión para bendecir la desigualdad entre los sexos. Los sacerdotes cambiaron las diosas madres por divinidades masculinas. 

·         ¡A partir de ahora, todos los hombres del reino de Babilonia deberán servir al gran dios Marduk!
·         ¿Y las mujeres, gran señor?
·         Servirnos a nosotros, naturalmente.
Lo público y lo privado quedaron bien establecidos. Los hombres eran los productores.  Las mujeres, las reproductoras. Los unos, dueños de las tierras. Las otras, relegadas a las tareas domésticas.

Fue el arado, la maldición del arado, uno de los principales desencadenantes de la dominación de los hombres sobre sus compañeras. ¿Ah, sí, verdad? Pues habrá que inventar otra herramienta, un arado de ideas, y roturar otro campo. ¿Saben cuál? El cerebro de los varones, para que entiendan que el yugo es para los bueyes, no para las mujeres.

BIBLIOGRAFÍA  Helen Fisher, El primer sexo, Taurus, Madrid 2000.

jueves, 3 de marzo de 2011

Egipcias Revolucionarias.

Algo importante para la reivindicación y conmemoración del 8 de marzo ha ocurrido en Egipto.  Por primera vez, nos sentimos libres. Cada vez que un hombre tocaba involuntariamente a una mujer, le pedía disculpas. Eso no se había visto nunca en Egipto. ¡Los hombres respetando a las mujeres!... En los 18 días de movilizaciones no hubo abusos contra nosotras... ¡Increíble!”   Así se expresaba Azza Kamel, una mujer egipcia, militante feminista, que participó activamente en la rebelión popular contra el faraón Hosni Mubarak, un faraón convertido ahora en momia por la fuerza de los jóvenes, de los hombres y también de las mujeres egipcias.

La revolución se hizo en la plaza Tahrir, pero también en la mente de los egipcios. “En la plaza éramos muchas, muchísimas, un río de mujeres, a la par que los hombres. Comíamos juntos, girtábamos juntos, rezábamos juntos, sin que nosotras tuviéramos que ponernos atrás de ellos. Hasta nos quedamos a acampar juntos en la plaza, durmiendo bajo la misma tienda sin conocernos. Y los hombres respetaban.”   En un estudio del año 2008 realizado por el Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres, cuatro de cada cinco mujeres egipcias han sido asaltadas sexualmente alguna vez en su vida.

Un periodista preguntaba a una mujer:
-          ¿Usted también participó en las movilizaciones?
-          Yo y todas mis vecinas. Por primera vez, imagínese, por primera vez que hemos salido a las calles a protestar.
-          Antes, ¿qué pasaba?
-          Antes, en las protestas, iban poquitas mujeres. Los maridos no nos dejaban. Los hombres prohibían. Y ahora hemos llenado la plaza, hemos encabezado manifestaciones, nos hemos enfrentado a la policía. ¿Se da cuenta?
-          ¿Y a qué se debió ese cambio?
-          Al Internet, porque nos avisamos por celulares. Nos llamamos a movilización por internet. Y esa era una forma segura para nosotras. Perdimos el miedo por internet. Y como ya sabíamos dónde era y a qué hora, salir a la calle era más fácil.
-          Pero Egipto sigue siendo un país patriarcal, machista...
-          Claro, y lo seguirá siendo un tiempo más. Pero algo grande ha cambiado aquí. Cuando usted ha vivido presa, presa en su propia casa, y prueba la libertad... ese saborcito no se olvida. Las mujeres egipcias ya no volveremos a ser las mismas. Se lo aseguro.

Miles y miles de mujeres egipcias, con velo o sin él, musulmanas y cristianas, jóvenes y mayores, participando en la revolución popular. Se abre una nueva etapa de liberación de la mujer en la tierra de Hipatia, en el legendario país las pirámides.  “Cuando vuelva con mis hijos, les contaré. No lo van a creer. Pero yo lo vi, yo lo viví. Ya nada volverá a ser como antes.”