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lunes, 11 de abril de 2011

ARUTAM, EL ESPÍRITU DE LA SELVA


“Reconociendo nuestras raíces milenarias, forjadas por mujeres y hombres de distintos pueblos, celebrando a la naturaleza, la Pacha Mama, de la que somos parte y que es vital para nuestra existencia...”

Este es el comienzo de la Constitución del Ecuador, similar al inicio de la nueva Constitución Boliviana: “En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra Amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas”.

Los pueblos y nacionalidades indígenas siempre han vivido y entendido la conexión de la Madre Tierra con quienes la habitan. Cuidarla, sentirla y respetarla es la única manera de asegurar nuestra propia existencia.

Este 22 de abril, el Día de la Tierra, es día de celebración. Se comparten las vivencias de cinco pueblos transfronterizos y su relación con la Pachamama o Madre Tierra, situados en las zonas de Ecuador-Colombia y Ecuador-Perú: Los Awá, Los Achuar, Los Kichwa, Los Sápara y Los
Shuar

UWISHIN dice: No pudieron. Ni los incas ni los hombres de barba pudieron con nuestros antepasados.
Ellos no dejaron que les quitaran nuestra tierra, que esclavizaran y mataran a los Shuar. 
Kirup estaba al frente.
Kirup, el más valiente, poseía el Arutam, el espíritu de la selva que hace invencibles a los guerreros Shuar.
Él fue guiado por Etsa, nuestro padre Sol, para vencer al mal, para hacer justicia y volver al equilibrio.
Uwishin, yo quiero ser como Kirup. Quiero defender a mi pueblo de los invasores.
Es largo el camino, hijo. Pero tu abuelo y tu padre han recibido el Arutam de guerreros. Tú serás como ellos.

En Ecuador se los conoce como Shuar, y en el Perú como Awajún- Aguarunas y Wampis-Huambisas.
Los españoles los llamaban jíbaros, sinónimo de salvajes, por la costumbre de practicar la tzantza, reduciendo la cabeza de sus enemigos.
La tzanza se hacía para que el vencedor tenga suerte y se aleje de él, todo mal.
Para que olvide la guerra, para que la tierra del muerto quede abandonada y la maleza borre sus caminos.
Así se restablecía la justicia y la comunidad podía vivir en paz y alegría.

En el Ecuador, los Shuar son aproximadamente 120 mil personas. Habitan las provincias de Zamora Chinchipe, Morona Santiago, Sucumbíos, Orellana y el sur de la provincia de Pastaza. Su idioma es el Shuar chichám.
En el Perú, los Awajún-Aguarunas son también cerca de 45 mil, ubicados en las cuencas de los grandes ríos de los departamentos peruanos de Amazonas, Cajamarca, Loreto, y San Martín.
Los Wampis-Huambisas son cerca de lo conforman 10 mil personas. Habitan los ríos Morona y Santiago y los departamentos de Amazonas y Loreto.
Los
Shuar, Awajún y Wampis vivieron hasta hace poco aislados, por lo difícil del territorio amazónico y por su fama de guerreros.

Sin embargo, la extracción del caucho y la canela, las misiones de evangelización, la guerra entre Perú y Ecuador en 1941, las empresas petroleras, mineras y madereras, provocaron la pérdida de sus territorios y la destrucción de la naturaleza.
Los Shuar se han visto empujados a ocupar tierras ribereñas y de selva baja en territorio peruano.
¿Escuchas? Es Kirup. Está molesto por la destrucción de nuestra casa, por la contaminación de los ríos y la tierra.
Son los guerreros de hoy que hablan por la radio para restablecer el equilibrio. Para expulsar a los nuevos invasores que traen hambre y miseria para los
Shuar.
Los
Shuar, Awajún y Wampis están organizados en varias instituciones indígenas, tanto en Ecuador como en Perú. A través del trabajo que realizan sus dirigentes, en conjunto con las comunidades de base, siguen luchado, en pleno siglo 21, para proteger su cultura y su territorio amazónico de las grandes empresas mineras y petroleras.
Entre abril y junio de 2009, los Awajun-Aguarunas y los Wampis-Huambisa, junto a otros grupos indígenas de la selva en Perú, se levantaron para oponerse a la entrega de la Amazonía a las empresas petroleras, que el gobierno aprista estaba orquestando a través de un paquete de leyes denominada “La Ley de la Selva”.
Mientras tanto, en septiembre del mismo año, los
Shuar en Ecuador, apoyaron la protesta nacional indígena en contra de la aprobación de la Ley de Aguas, en donde en enfrentamientos con la policía nacional, muere el profesor Bosco Wisuma.
Hoy, la lucha no es sólo con lanzas, flechas, y curare. Hoy, los
Shuar, Awajún y Wampis, hombres y mujeres, levantan su voz y por su boca sale el mandato de Etsa, nuestro padre Sol, para derrotar el mal. Para que, al fin, nuestros pueblos puedan vivir en paz.

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