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viernes, 4 de mayo de 2012

MI PROFESIÓN: SER MAMÁ

Cierto día una mujer fue a sacar su licencia de conducir. En la oficina de tránsito, una mujer policía tomaba los datos de los postulantes.
- ¿Su nombre?
- preguntó la policía.
-  Martha Delgado

- ¿Profesión?

Soy una mamá.
-  Lo siento, no ponemos mamá como opción. Vamos a ponerle ama de casa. - terminó la oficial.

Pasó el tiempo. Y un día cualquiera fue a una oficina estatal. Esta vez, la atendió una funcionaria, de mucha postura, que ostentaba un título muy despampanante que decía: "Interrogadora Oficial".
- ¿Cuál es su ocupación?

-  Pues... - Martha dudó - soy "Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas” - le respondió Finalmente.

La oficial la miró extraña y la dijo - podría repetirme por favor.
- Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas - Le dijo Martha muy despacio.
- ¿Me podría explicar exactamente lo que hace usted?

- Claro. Tengo un programa continuo de investigación en el laboratorio y en el campo. 

- Que interesante...
 - Actualmente estoy trabajando para mi maestría. Y ya tengo varios créditos... En el momento desarrollo cuatro investigaciones simultaneas. - Sonrie y piensa en sus cuatro hijos pequeños.

- Siga... siga...

- Mi trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de humanidades. Es bastante exigente, tengo un horario a tiempo completo: de 14 a 24 horas.

- Es demasiado tiempo...

- Sí, es verdad. Pero tiene muchos más retos que cualquier otro trabajo. Y las remuneraciones, más que económicas, están ligadas al área de la satisfacción personal. 


La funcionaria miraba a Martha cada vez con más respeto, mientras apuntaba sus datos en el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y le dijo:

- La acompaño a la puerta, Doctora.

Al llegar a mi casa, emocionada por su nueva carrera profesional, salieron a recibirla tres de sus investigaciones de más data: sus hijas de trece, siete y tres años de edad.

Arriba podía escuchar su nuevo modelo experimental en el programa de desarrollo infantil. Tenía seis meses de edad y estaba probando una nueva metodología en vocalización.

Se sintió triunfadora. Había entrado en los registros oficiales como una persona distinguida e indispensable para la humanidad. Titulada en lo que era: ¡una Mamá!

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