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viernes, 19 de marzo de 2010

¿QUIÉN PAGA POR UN PAÍS ROTO?

EL 19 DE MARZO CELEBRAMOS EL DÍA CONTRA LA OCUPACIÓN DE IRAK.
Primero fueron las bombas, los misiles de crucero. Luego, llegaron los soldados. No necesitamos que nos digan como fue, conociendo el modus operandí alguno lo describió así: 
"Entraban de noche en las casas, rompiendo a patadas las puertas, linterna en mano, gritando obscenidades. Las mujeres eran empujadas, manoseadas. Los hombres, sin razón ni delito, eran encapuchados y metidos en camiones militares. El destino, campos de concentración. Cubos de agua helada, perros enfurecidos mostrando los dientes, encerrados en celdas de un metro cuadrado, sin dormir, sin comer, sin agua, sin moverse. Ibrahim fue desnudado, colgado del techo. Un aguijón eléctrico aplicado a sus genitales hizo que su cuerpo rebotara contra las paredes. Taladros en el cráneo, altavoces a todo volumen hasta reventar los tímpanos, abusos sexuales de todo tipo. Aumentar la dosis. Pulsar el botón eléctrico más tiempo. Más dolor, más dolor, alcanzar un dolor extremo".

Esto hizo y sigue haciendo el ejército norteamericano y sus mercenarios en la martirizada tierra de Irak. En los primeros años de ocupación, se calculan 61,500 iraquíes capturados por las fuerzas invasoras. Encarcelados en Abu Ghraib, en Guantánamo, en prisiones clandestinas.

61,500 seres humanos detenidos y torturados “por error”. 30 mil bombas arrojadas sobre Irak, 20 mil misiles crucero sobre la ciudad de Bagdad. Los cálculos más conservadores hablan de 655 mil muertos iraquíes. Los heridos y mutilados no se cuentan. Ni los cuatro millones y medio de desplazados y refugiadas en los países vecinos.

655 mil civiles muertos. Y nadie ha pagado por esta carnicería. Nadie ha sido enjuiciado por estos 655 mil crímenes. Ahí están los asesinos, George W. Bush, Donald Rumsfeld, Dick Cheney, Paul Bremer, James Steele, Tony Blair…  Ahí están los encubridores. El primero de la lista es el presidente Barack Obama, que no quiere saber nada de juicios ni de responsabilidades. Nada. Los asesinos pueden seguir tomando whisky y contando las ganancias de la guerra. Consiguieron lo que querían: destruir un país… el negocio de la guerra…

Y reconstruirlo… con sus corporaciones, especialistas en saquear fondos públicos. Sólo la Halliburton, la empresa que lidera los contratos de “reconstrucción” en Irak, se embolsó 20 mil millones de dólares… pagados naturalmente por los contribuyentes norteamericanos. Consiguieron lo que querían, apoderarse del petróleo iraquí a costa de dejar destrozado un país soberano. 



Un desastre. Siete años de desastre capitalista aplicando la perversa ideología de la escuela de Chicago, imponiendo a sangre y fuego la religión del libre mercado. Siete años de invasión contra el pueblo de Irak. ¿Quién paga por los muertos, quién paga por un país roto?


BIBLIOGRAFÍA:  Naomí Klein, La doctrina del shock, Paidós, 2009.

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